martes, 17 de enero de 2012

El Concordia

Barco recién encallado
Barco hace dos días
Barco hace un día
Parece mentira que en el siglo XXI aún sucedan este tipo de accidentes. Como si fuera el Titanic, este fabuloso crucero encalló contra una roca enorme que provocó su hundimiento, 11 fallecidos y entre 20 y 32 desaparecidos hasta el momento. 

La causa de la desgracia fue, ni más ni menos, el capitán del crucero que, por gracioso y negligente, ha provocado una gran tragedia. Según el equipo de tripulación, el comandante quería hacer una broma al jefe de camareros al que, la semana anterior, le pertenecía una semana de descanso. La intención era acercarse a Giglio, la ciudad del jefe de camareros, y decirle: "estamos sobre tu Giglio".

Bueno, no solo estuvieron sobre ella sino que ahora están bajo las costas de ella. En ocasiones, el ser humano se cree superdotado para ejercer profesiones en las que lleva muchos años y al considerarse muy experimentado comete faltas graves como éstaHay trabajos que no suponen poner en peligro miles de vidas pero hay otros que sí y éstos deberían estar bajo vigilancia. Igual que en los aviones, los barcos y los trenes también deberían llevar una caja negra para poder grabar toda la información del viaje y, en caso de accidente, poder recurrir a ella. 

Espero que, cuando las familias de las víctimas hayan superado el dolor denuncien al hombre que ha creado su desgracia y a los heridos y afectados les animo a hacer lo mismo. La ignorancia y la soberbia se tienen que castigar porque a diario se cobran vidas. 

Mi pésame para todos los familiares de las víctimas.

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