sábado, 18 de febrero de 2012

El spanglish

Considerada por algunos como la tercera lengua de Nueva York, esta variedad es discutida por una amplia cantidad de lingüistas. Se caracteriza por la presencia de palabras inglesas a medida que se desarrolla el discurso en español o, por el contrario, de la traducción literal de motes, frases y expresiones. Algunos ejemplos son: ticket como multa o parquear el coche en lugar de la expresión aparcar. La popularidad que tiene esta manera de hablar es increíble puesto que existen revistas, emisoras de radio e incluso canales de televisión en los que se emplea este lenguaje.

Desde mi punto de vista no puede ser una lengua puesto que está formada por otras dos y, a su vez, no consta de un diccionario o unas normas gramaticales. A pesar de ello me parece muy ingenioso el proceso mental al cual han llegado sus hablantes para introducir los términos ingleses al español y su capacidad para entender el discurso con ambas influencias idiomáticas. La muestra de bilingüismo que se vemos es impresionante y diría que superior al resto de bilingüismos que conozco, como por ejemplo el de el catalán y el del castellano. Aunque aprecio este habla y considero que es una identidad para los hispanohablantes, no estoy a favor de su propagación porque muchos niños y adolescentes aprenderán como correcta esta variedad y, para ellos, no existirá diferencia entre el español y el inglés, pero sí del inglés al español.  

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