Uno de los muchos lemas que esta mañana se escuchaban a las puertas de la Universidad de Barcelona: "Somos estudiantes, no clientes". El porqué de esta manifestación es el recorte del presupuesto a la educación pública que afecta a alumnos, a profesores y, por supuesto, a padres.
Entre los recortes universitarios encontramos el derecho a la segunda convocatoria y la supresión de muchas clases. Esto supone despidos entre el profesorado (algunos de ellos ya viven con un sueldo precario), una alteración del calendario del estudiante y una cantidad ingente de estudiantes en las aulas. Consideramos que la universidad pública tiene muchas ventajas pero con estos recortes y el aumento del precio de la matricula, que cada año va a más, ya no encontramos facilidad para estudiar sino todo lo contrario.
La educación obligatoria, que ya de por sí estaba afectada, incrementara todavía más la superpoblación en las aulas y con ello el fracaso escolar. España figura entre los peores países con los resultados más bajos respecto a la educación y quieren seguir recortando.
El descontento es general y crece, se manifiesta, sólo nos queda esperar. Quizá alguien nos oiga o quizá nuestras voces sean inaudibles como ha pasado en muchas ocasiones. ¡Pensad por vosotros mismos, no seáis un rebaño más, manifestaos mientras podáis!
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