Bueno, como todos sabéis tenemos un nuevo Papa. Este es argentino aunque ya se sabe que los argentinos tienen, en su gran mayoría, sangre italiana y solo con su apellido (Bergoglio) ya sabemos de sus raíces. A pesar de esto, es el primer papa procedente de américa, el primer hispano y el primero con orígenes no europeos. Vamos, el primerísimo en todo.
No, va, ahora en serio. Me ha sorprendido gratamente porque ha renunciado a varios de los caprichitos papales y en su primer paseo por la Plaza San Pedro se negó a viajar en el coche blindado. Además bajó a besar a un discapacitado rompiendo todo protocolo y besó a varios bebés. Tal vez esto sean nimiedades pero que desee una iglesia pobre para los pobres y piense que la iglesia está para ayudar a los más débiles y los más necesitados...dice mucho de él.
Seguramente, todo esto quede en palabras pero yo deseo y espero que cambie la función de la iglesia y realmente ayude a esa gente que tanto lo necesita. No creo en Dios y menos en la iglesia pero me ha dado buenas vibraciones, no por ser un papa mediático, sino por sus actos desde que lo nombraron. Su llamada a Argentina y su: "Continúen rezando por mí"...dicen mucho.
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